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lunes, 31 de octubre de 2011

- LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS.


Los hombres no cesarán de estar abrumados de trabajos y de miserias durante el día, ni de ser corrompidos durante la noche, y los Dioses les prodigarán amargas inquietudes. Entretanto, los bienes se mezclarán con los males.[1]


Desde que Prometeo robara el fuego olímpico, obligándonos a dominar la naturaleza y alcanzar el conocimiento; desde que fuésemos arrojados del Edén trayendo a la humanidad la condena al trabajo, mucho se ha escrito sobre su necesidad, dignidad o subordinación.

Hesíodo elabora el calendario de “Los trabajos y los días” de aquella sociedad agrícola y autárquica de la Edad del Hierro, pero si Marx nos reveló su función social, Hegel desveló cuál era la razón de nuestra sumisión, y sólo el yerno proscrito de aquel elogió el disfrute como la verdadera emancipación humana.

Todo esto es nada en un lugar donde las ocupaciones –en su acepción de actividad o entretenimiento- sustituyen al trabajo, quién puede sustraerse al padecimiento de la miseria, quién puede ignorar su alícuota responsabilidad.

Desde la segunda mitad del siglo XX la responsabilidad perdió su carácter individual para trascender lo común. De las teorías de la acción responsable –solo somos responsables de lo que hacemos u omitimos, individualmente- hemos pasado a las teorías sociales de la responsabilidad, esta es o debería ser entendida, como la verdadera globalización de la responsabilidad, que impide seguir excusándose en la no intervención. Basta una ojeada alrededor.

Compasión y caridad son insuficientes, el fin ha de ser la justicia social.


 La situación laboral en Marruecos

Esta primavera ha sido presentado el informe sobre la situación del laboral marroquí por La Alta Comisaría del Plan (HCP), con datos realmente preocupantes.

Por ejemplo: dos de cada tres empleados no tienen contrato, aumenta la precariedad de los creados aunque disminuya el desempleo, los jóvenes pierden 9000 empleos al año y la situación empeora al observar que los planes sectoriales no representan una solución.

Las causas de este empeoramiento se deben a la aglomeración urbana, que a su vez es consecuencia del éxodo poblacional ante la falta de perspectivas en las zonas rurales, la paralización de las anunciadas reformas que mejorarían la situación de la mujer, el alto índice de analfabetismo, la corrupción e ineficiencia en la gestión pública.

De esta manera dos tercios de los empleos son desempeñados por personal no cualificado y se sobrelleva como una solución temporal, siendo realmente una forma de paro camuflada, aunque en la década que cerró 2010 se crearan 156.000 nuevos puestos de trabajo; las llegadas al mercado laboral ascendieron hasta las 354.000 personas.

Realmente una somera mirada revela la fragilidad de la estructura económica, la escasa competitividad y el bajo nivel de productividad.

De hecho los sectores de obras públicas, agricultura y servicios han aportado más del 80% del valor añadido total; observando crecimientos de hasta el 5% en la última década; mientras que puede hablarse de una cierta desindustrialización si se tiene en cuenta que la creación de empleo en ese sector disminuyó su valor añadido global al 14% en 2010, frente al 18% en el 2000. Pero ha de tenerse en cuenta que las actividades económicas que han experimentado estos crecimientos no son realmente significativas, no tiene un efecto multiplicador. Así de cada 10 empleos directos creados, la agricultura solo crea 2 indirectos, el sector de obra pública 2 y los servicios 3; mientras que la industria permite la creación de 5 empleos indirectos por cada directo. Además de que como más arriba se ha expuesto aquellos se caracterizan por la precariedad, la inestabilidad y la temporalidad.

Las repercusiones son no solo la comprometida ralentización del ritmo de crecimiento del país sino lo que socialmente resulta más alarmante: el 20% de los treinta millones de marroquíes viven por debajo de la línea de pobreza, solo el 20% de la población activa ocupada goza de cobertura médica.

Entre los titulados la situación no es más tranquilizadora, solo ocupan uno de cada tres empleos, 23,7% tiene nivel medio y 10,8% diploma de nivel superior. Por sectores ocupan el 12,4% en la agricultura, el 32% en el BTP (construcción y obra pública), el 44,2% en la industria, y el 55,7% en servicios. El 23% de los diplomados se encuentra en paro.

Para mayor abundamiento, las mujeres son las más expuestas al paro urbano, con tasas del 19,8% frente a 12,1% para los hombres. Sin embargo, la proporción se invierte en el mundo rural, donde afecta al 4,8% de los hombres, frente al 2% de mujeres. Aunque lo cierto es que en las zonas rurales debe hablarse de subempleo, con lo cual las estadísticas harían aumentar las tasas reales.

Los sectores en los cuales Marruecos invierte hoy en día, no ofrecen las condiciones para un fuerte crecimiento y empleos cualificados. Lo cierto es que son escasas las medidas y programas de promoción del empleo, que han dado resultados insuficientes, por tanto, no debe extrañar que un millón y medio de marroquíes cifren su esperanza laboral en la emigración y que sus ingresos por divisas superen a los percibidos por el turismo.

Pero la cuestión migratoria no consigue sino empeorar la problemática social, con el flujo clandestino, el trabajo en negro y la explotación de los inmigrantes, la integración en los países de destino, el riesgo y precariedad de los menores, los problemas que plantea la repatriación así como la “fuga de cerebros” entre los titulados, que condena al país de origen a una carencia de recursos humanos necesarios, junto a la no menos importante cuestión ética que plantea: muerte en los desplazamientos, desprecio de los derechos humanos, proliferación de mafias, etc.

La solución no parece pasar por la represión sino por la implementación de políticas públicas realmente comprometidas con la formación profesional, la seguridad laboral y el crecimiento económico.


REFERENCIAS: http://www.mtin.es/es/mundo/Revista/Revista146/104.pdf


[1] Hesíodo. Los trabajos y los días,  Libro I.

2 comentarios:

  1. Hola de nuevo Marisa!!
    Buff, vaya repaso a la situación laboral...realmente preocupante y aquí nadie se hace eco ni siquiera de uno de esos datos para entender la realidad preocupante de la migración. Por cierto, menudo comienzo de entrada potente de verdad! Resalto la frase: "Compasión y caridad son insuficientes, el fin ha de ser la justicia social". No está de más insistir en ello.
    Gracias!!! Nos estás formando en las otras realidades y eso se agradece.
    1 beso, cuídate mucho y dentro de poco te tenemos por aquí para abrasarte a preguntas!

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  2. buf, un panorama no muy alentador...y claro, luego nos pensamos que la gente se viene a españa en patera por viajar!
    Muy interesante todos los datos, aunque verdaderamente tristes.
    Me da penita que se acabe tu viaje, porque dejaremos de viajar por aquellas tierras tb los que te leemos; aunque tendré la suerte de encontrarte por mi palencia querida para echar una buena parrafada ¿me lo prometes?.

    1 beso marisa!

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